Fraude y Cumplimiento
¿Qué es la gestión de riesgos empresarial?
Una política de gestión de riesgos muy bien estructurada cambia el rumbo de un negocio. De hecho, la gestión de riesgos empresariales es clave para sortear las necesidades típicas de una economía inestable y fomentar la continuidad del negocio.
Tener en cuenta los riesgos a los que se expone la empresa es clave para entender la forma en cómo una determinada decisión y/o acción repercute en sus posibilidades de éxito. ¿Le gustaría obtener más información sobre la esencia de la gestión de riesgos empresariales?
En nuestro artículo no solo obtendrá mucha información relevante sobre el concepto, sino también acerca de los beneficios de priorizar este tipo de gestión.
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¿Qué es la gestión de riesgos empresariales?
La gestión de riesgos empresariales consiste en el conjunto de prácticas que una empresa pone en marcha para detectar, prevenir y enfrentar situaciones que puedan poner en riesgo sus transacciones productivas, comerciales o internas.
Gracias a la identificación de eventos que pueden dañar su reputación o afectar su continuidad, la organización tiende a mantenerse activa en el mercado y, por consiguiente, disminuir considerablemente la probabilidad de bancarrota.
Pero esto, ¿a qué se debe?
Es imperativo tener claro que un negocio que conoce y administra los riesgos con sabiduría reduce la incidencia de errores, principalmente durante el proceso de toma de decisiones, lo que conlleva a una optimización tanto de la calidad como de la eficiencia de las acciones adoptadas.
Así pues, la gestión de riesgos empresariales engloba medidas de prevención y de enfrentamiento de eventos con gran potencial destructivo que puedan afectar la actividad, el desempeño y la rentabilidad de un negocio.
5 objetivos de la gestión de riesgos
Basándonos en el concepto, entendemos que la gestión de riesgos es una suma de estrategias crucial para los negocios y que para brindar orientaciones eficientes presenta una serie de objetivos. A continuación, mencionamos los principales:
1. Prevenir amenazas
Al conocer los riesgos que pueden incidir en el éxito organizacional, la empresa puede adoptar medidas preventivas, y así minimizar su ocurrencia. Por ende, logra disminuir los costos derivados de sus consecuencias y proteger el negocio de un posible colapso.
2. Responder rápidamente a situaciones críticas
La detección de puntos sensibles permite adoptar recursos y establecer medidas de enfrentamiento efectivas y rápidas ante eventos dañinos.
Tenga en mente que la posibilidad de brindar una respuesta rápida se vincula estrechamente con la forma de lidiar con los costos derivados de las acciones de corrección.
En este sentido, es crucial que la empresa se prepare para solventar los riesgos, lo que es posible cuando:
- Se pone en primer plano la planificación estratégica del negocio.
- Se estima un presupuesto.
- Se cuenta con una reserva de emergencia que posibilite afrontar los gastos.
3. Definir niveles de riesgo acordes con las peculiaridades de la empresa
Debemos considerar que los riesgos soportados por una PYME no son iguales a los encarados por una gran compañía. Esto se debe a que los riesgos considerados como aceptables se asocian a las características y la estructura financiera de las organizaciones.
Para detectar los niveles de riesgo dentro de límites adecuados, es indispensable conocer la organización en profundidad y entender hasta qué punto puede enfrentar cierta situación. Este análisis debe llevarse a cabo considerando los riesgos evitables y predecibles.
Al hacerlo, el gestor de riesgos en conjunto con los otros líderes corporativos puede establecer cuánto puede apostar la empresa, así como las decisiones necesarias para evitar que las amenazas se cumplan.
4. Disminuir las pérdidas
Si un riesgo se concreta, la empresa puede perder dinero. Por este motivo, es importante conocer a detalle los eventos que pueden acarrear problemas, así como sus efectos en la realidad y en el porvenir del negocio.
A veces, dejamos pasar cuestiones mínimas porque no creemos en su potencial dañino. Sin embargo, debemos considerar que, al acumular efectos mínimos o irrelevantes ante nuestros ojos, podemos fomentar el mal funcionamiento o una deficiencia en la calidad de las acciones del negocio.
Entonces, para reducir las pérdidas es fundamental analizar detenidamente las situaciones que crees mínimas antes de echarlas a un lado o eliminarlas de la lista de posibles causas de un infortunio.
5. Maximizar el aprovechamiento de oportunidades
De hecho, el propósito principal de la gestión de riesgos es conocer a detalle los eventos que pueden poner en peligro la integridad y el funcionamiento del negocio.
No obstante, debemos considerar que, al detectar estos puntos críticos y definir acciones de contingencia, abrimos espacio para una toma de decisiones mucho más efectiva, a favor del cumplimiento y dirigida a aprovechar las buenas oportunidades que se presentan.
En este sentido, tenga en mente que conocer los efectos y consecuencia de una determinada acción, posibilita identificar sus pros y contras. Por consiguiente, permite concluir si se debe o no poner en marcha la medida.
4 beneficios de una diligente gestión integral del riesgo
Después de conocer la esencia de la gestión de riesgos empresariales, ha llegado el momento de abordar sus principales beneficios:
1. Evita la interrupción de las operaciones
Si minimizamos los riesgos, automáticamente evitamos la ocurrencia de situaciones que puedan afectar el desarrollo adecuado de las operaciones en los diferentes sectores corporativos.
Por ejemplo, al detectar que mantener un determinado proceso manual en el área financiera ha disminuido la productividad del equipo, podemos fomentar la digitalización implementando una herramienta que facilite y optimice la rutina de las personas.
2. Reduce la incidencia de fraudes
Tras detectar que el negocio presenta ciertas vulnerabilidades en su entorno digital, es posible solucionar los inconvenientes antes de que los hackers aprovechen las brechas para atacar.
3. Fomenta un entorno innovador
Descubrir puntos críticos permite innovar adoptando medidas preventivas y soluciones novedosas que se ajusten a las necesidades del negocio, así como a las tendencias del mercado.
Si conocemos los riesgos con antelación podemos desarrollar estrategias diferentes, efectivas y modernas que mejoren la calidad de los procesos.
Esto es posible fundamentalmente cuando contamos con tecnología de punta que aporte datos precisos y nos mantenemos actualizados tanto sobre los riesgos corporativos emergentes como de las propuestas tecnológicas para mitigarlos.
4. Mejora la imagen del negocio
El hecho de centrar esfuerzos en la gestión de riesgos llama la atención de los públicos corporativos, en especial cuando hablamos de seguridad cibernética.
Prevenir y saber combatir riesgos es clave para fomentar la credibilidad del negocio en el mercado y hacer que los stakeholders lo entiendan como una organización sólida y dedicada a la protección de sus datos.
Asimismo, la gestión de riesgos mejora la reputación de la empresa ante las instituciones financieras y los entes gubernamentales, pues entienden que existe la intención de mantener el funcionamiento adecuado del negocio y, con eso, su solvencia.
¡Hemos concluido!
En definitiva, la gestión de riesgos empresariales es un conjunto de prácticas y estrategias cruciales para el éxito de un negocio, ya que pone en primer plano la prevención de situaciones dañinas para su reputación y ayuda a definir un plan de enfrentamiento en caso de que la amenaza se haya manifestado.
Como ves, la tecnología es una gran aliada de la gestión de riesgos. ¡Nosotros contamos con una solución fantástica para optimizar las actividades del área! Para saber cómo podemos ayudarle, le invitamos a llenar el formulario disponible en nuestro sitio.